Elon Musk, una de las figuras más reconocidas en el ámbito tecnológico, se encuentra en el ojo del huracán tras un gesto controvertido realizado durante el evento de investidura de Donald Trump. Durante su discurso, Musk agradeció a los asistentes por «hacerlo posible», colocando su mano derecha sobre el corazón y, acto seguido, extendiendo el brazo derecho hacia adelante. La acción, repetida hacia ambos lados del público, ha generado una avalancha de comentarios en redes sociales.
Diversos analistas han señalado que el gesto puede haber tenido una intención simbólica o protocolaria, aunque algunos lo han interpretado como un guiño a ideologías extremistas. Esta percepción ha causado indignación entre usuarios de plataformas como Twitter y Reddit, donde el video del momento ha sido ampliamente compartido.
La polémica subraya la creciente influencia de figuras públicas como Musk en el ámbito político y social. Su presencia en un evento tan polarizado como la investidura de Trump ya había generado expectativas y críticas por igual. Ahora, su gesto añade un nuevo capítulo a su historial de acciones polémicas.
Hasta el momento, ni Elon Musk ni representantes de sus empresas, como Tesla o SpaceX, han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente. Sin embargo, el debate sigue creciendo, con algunos pidiendo explicaciones claras y otros defendiendo su derecho a expresarse.
Este episodio pone de manifiesto cómo un gesto aparentemente simple puede ser interpretado de múltiples maneras en un contexto político tan cargado. Mientras tanto, la imagen de Musk como empresario visionario parece enfrentarse a un escrutinio cada vez mayor.
