«Me quieren matar…»
Por HHR
CDMX, 30 julio 2025.- En la Ciudad de México, la disputa por los espacios públicos para vender -principalmente en el Primer Cuadro de la capital-, ha generado una guerra entre grupos de la delincuencia organizada que, bajo la facha de ser líderes de comerciantes informales pasan la charola a quienes buscan sobrevivir en la jungla de asfalto con unos cuantos pesos.
Esos líderes, o familias que se han dedicado por años a extorsionar a los ambulantes, poco a poco van perdiendo su liderazgo, la confianza y el poder obtenido por discursos vacíos como «intermediarios» entre la autoridad y los comerciantes. Diana Sánchez Barrios, por años se mantuvo como líder de una parte del Centro Histórico, pero ahora llegó al Congreso capitalino como diputada por «herencia».
Nos revelan que en su papel de legisladora, tras el atentado que sufrió en la calle de Motolinia el 17 de octubre del año pasado, la ex líder y ahora diputada local -aliada a Morena-, se siente amenazada y dice que «me quieren matar…». Por ello, exigió al Congreso de la Ciudad de México un cuerpo de seguridad especial para protegerla a ella y a su personal que labora en dicho Poder Legislativo.
Cuentan además que, no obstante y luego del incidente en su contra, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dispuso de seguridad para la legisladora y a contar con un grupo de escoltas particulares que incluso ingresan al recinto de Donceles y Allende, pero sin armas, la diputada exigió al Congreso un equipo de seguridad para ella sola por el temor a ser nuevamente atacada.
Además, nos platican de una serie de personas que ingresan a las curules de las y los legisladores a nombre de la diputada para pedir y, en algunos casos, hasta exigir dinero a los congresistas con un choro mareador. Situación que ya puso en alerta a muchos al interior del recinto. Veremos si alguien se atreve a contener los aires de poder que traen algunos en el Congreso de la Ciudad de México.






