Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 2 noviembre 2025.- La entrada en vigor del ajuste a la tarifa del transporte público en la Ciudad de México ha comenzado bajo una sombra de opacidad y una evidente falta de coordinación. A horas de implementarse el incremento de $1.50, operadores del oriente de la capital confirmaron a los medios que aún no poseen la calcomanía plastificada oficial que la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) debe proporcionar para acreditar el nuevo cobro.
La respuesta del secretario Héctor Ulises García Nieto no ofreció una solución ni un plan de contingencia claro, sino que trasladó la responsabilidad de la evidencia a los propios transportistas. «Ellos están obligados a tener una calcomanía sobre el asunto de las tarifas; el compromiso fue que nosotros les enviábamos esto: qué deben de publicar, y ellos hacen la calcomanía y la publican,» declaró García Nieto.
Esta demora y falta de regulación inicial, donde la autoridad delega la impresión de un documento oficial, abre una puerta al abuso tarifario inmediato. Los operadores argumentaron que es «muy difícil pedirles a las personas que paguen algo que no les pueden mostrar factiblemente». Pese a la crítica, los funcionarios instaron a la ciudadanía a pagar «lo que establece la tarifa respectiva» y a denunciar abusos vía Locatel, un mecanismo que históricamente ha resultado lento e ineficaz para la verificación en tiempo real. La falta de este distintivo oficial significa que la sanción por no tenerla (una «sanción, en primer lugar,» según el secretario) recaerá inicialmente sobre los operadores, en lugar de sobre la ineficiencia logística de la dependencia.







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